La Audiencia de Palma ha impuesto una condena de doce años y un mes de cárcel a un joven marroquí que intentó matar a una pareja en Sóller el 22 de mayo de 2003. El juicio contra Redouanne Guennoun, de 28 años de edad, se celebró los días 19 y 26 de febrero en la Sección Primera de la Audiencia de Palma y el tribunal lo ha hallado culpable de un delito consumado de amenazas, por el que lo condena a diez meses de cárcel; de otro delito de homicidio en tentativa acabada, por el que le impone una pena de siete años y seis meses de prisión; y de un delito de homicidio en tentativa inacabada, que le supone una condena de tres años y nueve meses.
La sentencia indica que el procesado convivió con la víctima en Sóller durante unos dos años y la relación se rompió en octubre de 2002. En febrero de 2003, la mujer reanudó la relación de pareja con el padre de sus dos hijos menores. Redouanne Guennoun fue haciendo patente su oposición a esta nueva situación. Así, sobre las 9.00 horas del 22 de mayo el procesado se trasladó en su coche hasta la parada de autobús escolar situada en la carretera de Sóller al Port, en la confluencia con la calle Cetre, dada su intención de hablar con la víctima.
«Se le acercó dirigiéndose a ella desde la ventanilla, respondiéndole ésta que la dejara o que se fuera pudiendo Redouanne Guennoun percibir en ese instante la presencia» del compañero de la mujer, explica la sentencia, que añade: «apretando el acelerador» dirigió el coche hacia el hombre «hasta situarlo en perpendicular respecto a la carretera arremetiendo contra este último y lanzándolo al aire, yendo a caer junto a la entrada de un garaje, contra cuyo muro de cerramiento colisionó el automóvil».
La pareja se resguardó entonces junto a un montículo de arena mientras el procesado daba marcha atrás y lo volvía a dirigir contra ellos pero no los alcanzó porque estaban más altos. Después el joven se bajó del coche y golpeó al hombre con una barra de hierro, que le fue arrebatada por un motorista que pasaba por allí y se paró. Acto seguido el condenado se introdujo en el coche y se marchó del lugar. Después envió un mensaje al móvil de la mujer con el siguiente texto: «Quiero morirme en tus brazos tengo mucho dolor en la tripa y la cabeza me va a estallar te quiero con locura eres la culpable de todo desde el principio me has jodido y traicionado y me has maltratado tendrás un gran castigo de Dios», dice la sentencia.