Al menos 27 personas murieron y otras 15 resultaron heridas al desplomarse ayer un edificio de nueve plantas en Arjánguelsk, ciudad del noroeste de Rusia, a causa de una explosión supuestamente causada por un escape de gas. El número de muertos podría aumentar.
La explosión, que se produjo a las tres de la madrugada local, cuando casi todos los vecinos del edificio se encontraban en sus hogares, destruyó un total de 36 apartamentos, que se desplomaron uno sobre otro, como un castillo de naipes. En las viviendas destruidas se encontraban empadronadas un total de 85 personas. Las víctimas mortales rescatadas son 14 mujeres, nueve hombres y cuatro niños.
El alcalde de Arjánguelsk, Oleg Nílov, adelantó que la explosión pudo haber sido producida por una fuga de gas, aunque señaló que también se investiga la posibilidad de un atentado con explosivos, pues en el inmueble residían numerosos policías. Por su parte, el viceministro de Situaciones de Emergencia dijo que «no podemos hablar todavía de las causas de la explosión, pues se barajan varias versiones».