Francisco Ruiz de Peralta, el jefe provincial de Tráfico, anunció ayer que ya se ha puesto en marcha un 'plan de choque' para reducir la mortalidad en las carreteras de Balears, que en los tres primeros meses del año se ha cobrado 35 vidas. Una cifra que supone un incremento del 52% con respecto al año anterior.
-¿Existe una explicación para esta
sangría?
-Es un repunte bárbaro, pero no tiene una explicación. A día de hoy
(8 de marzo) han fallecido 34 personas en las primeras 24 horas del
accidente y una más fuera de este tiempo. Es decir, en total 35. En
el 2003, por esta fecha, fallecieron 23. El incremento es de 12
personas, y en cifras un 52%.
-¿Qué medidas se pueden adoptar?
-Por parte de la Guardia Civil se va a incrementar la vigilancia en
controles de velocidad y de alcoholemia. Sin embargo, de los
accidentes mortales de este año 12 se han debido a distracciones y
somnolencia, que de momento es la causa número uno de mortalidad.
La segunda es el exceso de velocidad, con once casos, incluidos los
dos del domingo en Muro y Sóller. Y la tercera, con tres casos, son
el alcohol y las drogas.
-¿El estado de las carreteras es una de las
claves?
-Es cierto que hay muchas que necesitan modernizarse, pero desde el
Govern y el Consell existen planes ambiciosos en este sentido, con
desdoblamientos y nuevas autopistas. Los 'puntos negros' son los de
siempre: la carretera de Manacor, las cuestas de Xorrigo, la
carretera de Llucmajor, etc. La red de carreteras secundarias
también es muy importante, y ya se han mejorado algunos tramos en
Campos o Santanyí.
-¿Es partidario de más autopistas?
-Hay datos que están ahí. En la autopista de Inca circulan a diario
75.000 coches y en cuatro años ha habido 8 muertos. Por la
carretera de Manacor pasan cada día 32.000 vehículos, pero en
cuatro años ha habido 37 víctimas mortales. El conductor es el que
muchas veces decide con sus maniobras, pero si la infraestructura
por la que circula es apropiada hay más seguridad y menos
posibilidades de que suceda un accidente.
-¿Qué opina del debate sobre la necesidad o no de
reducir el máximo de velocidad permitido?
-Circular a 120 por hora como máximo en las autopistas me parece
aceptable. En otros países, caso de Alemania, este límite no
existe. En cualquier caso, en Mallorca las autopistas son cortas,
tienen como mucho 30 kilómetros, y a 120 creo que ya está bien.
-¿Sirven de algo las campañas de concienciación, a
menudo muy crudas?
-Impactan a los que son más sensibles, a los otros no. El problema
es de educación vial: muchos conductores, la gran mayoría, respetan
las señales, pero hay unos pocos que no lo hacen y ahí radica el
problema.
-¿Influye negativamente la presencia masiva de
turistas?
-Desde luego no ayuda. No conocen las carreteras, en algunos países
circulan de forma distinta y todo esto se nota negativamente.
Además, el parque móvil de Balears es el número uno de España en la
relación vehículo-habitante. Aquí hay muchísimos coches, y en
verano se multiplican con los de alquiler.
-¿Se puede ser optimista de cara a los próximos
meses?
-Siendo sincero, no demasiado, pero aún así no tiro la toalla.
Hemos de seguir trabajando en concienciar a los ciudadanos para que
respeten a los demás y a sí mismos, y de esta manera se reducirán
los accidentes mortales. Y si todo esto se consigue siempre hay
algunos siniestros que es imposible evitar.