Cala d'Or, Portocolom, Cala Ferrera y otros enclaves de Santanyí sufrían en los últimos meses una inusual actividad delictiva, que alarmó al vecindario y motivó que la Guardia Civil abriera una investigación.
Los robos se cometían con demasiada frecuencia, tanto en casas como en establecimientos públicos (bares, restaurantes...) y tenían el mismo 'sello', lo que llevó a pensar a los agentes de la Benemérita que eran obra del mismo grupo organizado. En los últimos días la investigación cobró el impulso definitivo y fueron cayendo, uno a uno, los cinco implicados. Se trata, según informó ayer el portavoz autorizado de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC), de José Antonio G.A., de 20 años y considerado el líder de la banda; Aarom M.C., de 18; Rafael F.T., de 39; y los marroquíes Sami M., de 21, y Hamed M., de 20. A lo largo de las diligencias uno de ellos reconoció que habían excavado un pequeño 'zulo' junto a una carretera de Santanyí donde habían escondido un soplete y bombonas de butano, así como material para cometer próximos 'butrones' en naves industriales y otros negocios. Los agentes localizaron el agujero y lo eliminaron.
De momento se han esclarecido una veintena de robos en Santanyí, pero la Guardia Civil cree que el número será muy superior a medida que avancen las pesquisas. Además, los cinco detenidos están acusados de un delito contra la salud pública, ya que se ha descubierto que habían plantado siete plantas de cannabis en un invernadero, con el objeto de comercializar luego la droga. Un juzgado de Manacor autorizó varias órdenes de entrada y registro en los domicilios de los imputados, donde se encontraron efectos muy diversos, desde televisores, videos, DVD's, teléfonos, estufas, altavoces hasta ordenadores, lavadoras, planchas, consolas, microondas o relojes. Todo este material, que no ha sido valorado, estará expuesto a partir de hoy en el cuartel de Santanyí y las personas que han sufrido robos en los últimos meses en aquel término pueden presentarse para comprobar si alguna de las piezas es de su propiedad. Para acreditarlo es imprescindible acudir con la denuncia que se formuló en su día por el robo o hurto.