Cada semana que pasa se conocen nuevos datos sobre el posible paradero de Marc Beltrá, el profesor mallorquín que lleva más de un mes desaparecido en el Amazonas.
Un policía español agregado de la Embajada en Bogotá realizó hace unos días la misma ruta que el filólogo, de 22 años, desde su salida de Colombia hasta su llegada al pueblo de Leticia, en la frontera entre ese país, Brasil y Perú. El agente se desplazó en un vehículo todoterreno y luego utilizó una barcaza para moverse por el río. Lo más significativo de su travesía fue que consiguió contactar con una pareja de italianos que reconoció sin ningún género de dudas las fotografías que les mostró de Marc. Los extranjeros le comentaron que habían coincidido con el joven al parecer en los primeros días de enero, cuando se dirigía hacia el pueblo de Calderón. El detalle es importante, porque significa que hay constancia de que el mallorquín se adentró en el Amazonas, una circunstancia que antes sólo se intuía. Sin embargo, las novedades acaban aquí y luego se pierde la pista de Marc.
Juan Ramón, su padre, que reside en el municipio de Calvià, declaró ayer a este periódico que el miércoles se desplazará en avión hasta Colombia, y de ahí a la frontera con el Amazonas, donde ya están la madre del mallorquín y su hermana, siguiendo de cerca las labores de búsqueda. Un equipo de diez policías franceses está rastreando la pista del filólogo, y las policías de Colombia, Brasil y Perú tienen constancia de la desaparición y también han efectuado gestiones para esclarecer qué le pudo ocurrir.