Los diez agentes que ya están sobre el terreno, siguiendo la pista de Marc, son especialistas en montaña y recorrerán en los próximos días la misma ruta que siguió el mallorquín cuando dejó Bogotá en dirección a los pueblos de Leticia, Benjamín Constant y Atalaya do Norte.
El equipo pertenece a la Comisaría Central de París y los efectivos que lo forman son especialistas en montaña. Marc, palmesano de nacimiento, vivía hasta el año pasado en Francia, donde había cursado la carrera de Filología. Al finalizar los estudios obtuvo una beca para ejercer como profesor de francés en la universidad Javeriana de Bogotá y en noviembre, aprovechando que tenía vacaciones, decidió hacer las maletas y viajar al Amazonas. El día 2 de enero se le pierde la pista en un control policial cerca del pueblo de Leticia, en la frontera entre Colombia, Brasil y Perú, y desde entonces su familia, repartida entre Mallorca y Francia, espera angustiosamente noticias de él. Juan Ramón, su padre, reside en la isla y se está movilizando para conseguir ayuda de las autoridades diplomáticas españolas y de Interpol. Su ex mujer, y madre de Marc, vive en París, con su otra hija, y entre hoy y el miércoles llegarán a Colombia, donde tienen previsto seguir de cerca la búsqueda del joven.
Begoña, la actual mujer de Juan Ramón, declaró ayer que en los últimos días no se habían tenido ningún tipo de noticias sobre el paradero de Marc, aunque en una página de Internet se informó de que la policía «de no se sabe muy bien qué país» había encontrado prendas de él en una ruta del Amazonas: «También dijeron que lo había secuestrado la guerrilla y nadie ha reivindicado nada», añadió. El filólogo mallorquín es un consumado excursionista, y ha viajado por casi toda Europa y otros continentes. Para realizar la ruta por el Amazonas dejó su tarjeta de crédito y algunas pertenencias a un amigo, y salió solo. A mediados de diciembre debía estar de vuelta en Bogotá, y el 2 de enero, supuestamente, fue detectado en un control policial. Desde entonces, ni una noticia.