EFE-DUBAI
Al menos 43 personas murieron ayer al estrellarse un avión iraní de
la aerolínea Kish cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto
de Sharjah, uno de los Emiratos Arabes Unidos. En el aparato
viajaban 46 personas, aunque fuentes de la Organización de la
Aviación Civil de Irán señalaron que los ocupantes eran 45, 39
pasajeros y 6 tripulantes. La agencia emiratí confirmó además que
tres personas permanecen ingresadas en el hospital de Al-Qasimi, en
Sharjah, dos de ellas en estado grave y una fuera de peligro. Según
la lista de pasajeros, en el aparato viajaban ciudadanos de
Filipinas, Irán, Egipto, Nepal, India y Nigeria.
Fuentes de las aerolíneas Kish informaron desde Irán de que el avión siniestrado es un Fokker-50 de fabricación alemana, que tiene una capacidad para 50 pasajeros y la tripulación.
Testigos citados por WAM aseguraron que los efectivos de rescate recuperaron 40 cuerpos de entre los restos del avión, que fueron introducidos en varias ambulancias y cubiertos con sábanas blancas. El accidente se produjo a las 11.00 hora local (7.30 GMT), cerca del emirato de Sharjah, situado en la costa del Golfo Pérsico.