El narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, alias 'Sito Miñanco', que junto a otras 14 personas comenzó a ser enjuiciado ayer en la Audiencia Nacional, dio que las acusaciones 'le suenan a chino' y negó la principal acusación: que dirigiera una operación para introducir 3,7 toneladas de cocaína en España en agosto de 2001 y que contactara con una organización colombiana proveedora de la droga. La fiscalía pide entre tres y 20 años de cárcel para los 15 acusados por un delito contra la salud pública. En su escrito el fiscal sitúa a Miñanco al frente de la organización española que llevó a cabo los contactos con un grupo colombiano perteneciente al cártel de Medellín, con el fin de traer desde Sudamérica grandes cantidades de cocaína y comercializarla en España. La desarticulación de este grupo fue facilitada por los contactos que dos de los integrantes de la organización mantuvieron con la DEA, que alertó a las autoridades españolas. Uno de estos testigos era el capitán del 'Agios Konstantinos', barco en el que se realizó el traslado de la cocaína y en el que viajaron infiltrados agentes españoles.
El 15 de agosto de 2001, cuando se producía el trasvase de fardos de cocaína desde el citado barco al 'Tatiana', en aguas internacionales cercanas a Togo, los funcionarios de la policía española se identificaron y detuvieron a los tripulantes de ambos barcos.
El 30 de agosto el 'Agios Konstantinos' hizo su entrada en el Puerto de De Santa Cruz de Tenerife, donde se intervinieron 3.699,7 kilos de cocaína. El escrito documenta los encuentros que Miñanco y sus hombres mantuvieron en hoteles con representantes de la organización colombiana.