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El fiscal pide 20 años para el acusado de asesinar a un vecino en Sant Llorenç

La muerte de Andreu Pascual, en julio de 2002, se dio en principio debido a «causas naturales»

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El acusado se encuentra en libertad bajo fianza. Andreu Pascual murió en julio de 2002 y meses después fue detenido Esteban G.S. La acusación señala que Esteban G.S. tuvo una discusión con Andreu Pascual y le dio un fuerte golpe en la cabeza, que le produjo la muerte. El acusado niega los hechos y asegura que su vecino debió sufrir una caída del tractor mientras labraba, y que él fue quien encontró el cadáver y lo trasladó hasta su casa en el casco urbano de Sant Llorenc. El cadáver fue enterrado con la aprobación del juez de paz de Sant Llorenç, después de que un médico certificara que la muerte se produjo por causas naturales. Sin embargo, tres meses después se exhumó el cadáver y se realizó una autopsia. Los forenses de Manacor detectaron una lesión craneal y descartaron que la muerte fuera accidental. Después, a petición del abogado defensor, Carlos Portalo, se efectuó una segunda autopsia por parte del forense de Madrid Ramón Núñez. Esta autopsia descarta la muerte homicida.

El acusado será juzgado por un tribunal popular el mes de abril. El «caballo de batalla» del caso estará en el análisis forense, puesto que hay dos informes contradictorios. La defensa pedirá la declaración de algunos ingenieros para que señalen si es posible que el cadáver pudo ser encontrado a varios metros del tractor porque en la finca existe una pendiente. El fiscal hará hincapié en el carácter del acusado, que en su momento fue calificado de «violento, pendenciero y agresivo» y estuvo desterrado de Sant Llorenç.

La familia del fallecido está personada en la causa y sostiene que Andreu Pascual fue asesinado. Esta causa originó el inicio de diligencias previas contra el ex juez de paz de la localidad de Sant Llorenç, puesto que autorizó el entierro del cadáver antes de que transcurrieran 24 horas de la muerte. También se investigó la actuación de dos médicos. Uno de ellos fue el que acudió al domicilio de la víctima y se negó a firmar el certificado de defunción, aunque no señaló que presentaba una lesión en el craneo. Este facultativo dice que no llegó a ver el cadáver y que no firmó el certificado, porque ya lo haría el médico de cabecera. Este último firmó sin llegar a ver el cadáver.

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