La Fiscalía de Palma acusó ayer, por primera vez, a un hombre, Pablo T.F., de provocar a su esposa el denominado «síndrome de mujer maltratada» por inflinguirle un maltrato psicológico durante 36 años de relación. Esta pareja se casó en Barcelona en 1965 y, a pesar de que los hijos aconsejaban a sus padres que se separaran porque se había roto cualquier vínculo de relación, ninguno de ellos quiso dar el primer paso. Fue la mujer quien, el año pasado, después de que supuestamente su esposo intentara golpearla, decidió cambiar la cerradura de su casa y presentar una denuncia contra él.
La juez Francisca Ramis, del Juzgado de lo Penal número 7 de Palma, escuchó ayer el estremecedor relato de la mujer, que mantuvo que ella se casó con la idea de que «el matrimonio era para toda la vida», y que decidió denunciar a su esposo «el día que me dí cuenta que mi autoestima estaba por el suelo».
Esta pareja se trasladó a vivir a Mallorca en el año 1973. El hombre no procede de una familia humilde, ya que tiene una titulación universitaria. La mujer explicó que su marido le entregaba una cantidad económica cada mes y la obligaba a anotar en una agenda «todos los gastos que hacía».
La esposa afirmó ayer que cuando se casó sentía, no sólo amor hacia su marido, sino admiración y respeto, pero «él confundió estos sentimientos con servidumbre». La denunciante detalló que la situación de violencia también la sufrieron sus hijos. «Les pegaba por cualquier motivo y a veces me ponía por enmedio para que me golpeara a mí y no a ellos». La testigo, a preguntas de la fiscal, afirmó que hubo un momento en su vida en que «me sentía culpable de todo. Mi marido exigía obediencia y sumisión».