EFE-CIUDAD REAL
Un millar de personas asistió ayer por la tarde al funeral del niño
de 21 meses Juan Miguel Morena, que falleció el domingo en la finca
«Los Herraderos» del término municipal de Calzada de Calatrava,
tras ser mordido en la cabeza por un dogo alemán propiedad de la
familia.
El sepelio tuvo lugar en la iglesia de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Puertollano, de donde es natural la madre del niño.
El pequeño de 21 meses, que jugaba el domingo a la pelota con su hermano Diego, de 8 años, encontró la muerte cuando el perro, «que nunca había manifestado comportamientos agresivos hacia el niño», le mordió en la cabeza.
Todo ocurrió en cuestión de segundos, ya que el hermano intentó separar al perro del pequeño y al no conseguirlo llamó rápidamente a sus padres, que se encontraban en el interior de la casa a unos 20 metros de donde sucedió la tragedia.
Nada pudieron hacer los médicos de urgencia del centro de salud de Calzada de Calatrava por salvarle la vida, ya que el pequeño Juan Miguel llegó «clínicamente muerto».
El perro, de «apariencia grande pero dócil» y que había jugado en numerosas ocasiones con los dos hermanos, permanece en la perrera municipal de Moral de Calatrava por orden del juzgado de primera instancia de la localidad de Almagro, en cuya jurisdicción se encuentra Calzada de Calatrava.