La policía inició una investigación tras tener conocimiento de que un menor de 14 años podría haber sido objeto, por parte de sus padres, de malos tratos continuos e incluso agresiones físicas. Un vecino de la finca fue el que comunicó el hecho al 091, al observar al adolescente atado al balcón de la vivienda con una gruesa cadena que le rodeaba el tobillo.
En una de las ocasiones, el chico logró escapar y refugiarse en una vivienda ajena, donde comunicó los malos tratos que venía sufriendo. El Servicio de Atención a la Familia del CNP informó al Servicio de asistencia al menor del Consell de Mallorca de los hechos, y esta institución decidió internar al joven en uno de sus centros de menores, una vez que fue asistido de sus lesiones en el hospital de Son Dureta. Los testigos consultados por la policía corroboraron los malos tratos inflingidos al menor por parte paterna, así como las veces que éste estuvo inmovilizado con una cadena en el balcón. Los padres, de unos 50 años, fueron citados en Jefatura y se les tomó declaración sobre los hechos, manifestando que su hijo es una persona problemática y que lo habían atado al balcón para que no se escapara de casa y añadieron que tienen otros hijos que no les han dado ningún disgusto.