Tres delincuentes rumanos que acababan de robar en un supermercado de Santa Ponça por el método del «butrón» fueron arrestados por la Policía Local de Calvià gracias a la llamada de un vecino, que escuchó ruidos extraños y vio un coche aparcado junto al negocio.
El asalto se produjo a las tres de la madrugada del viernes al sábado, en un comercio llamado «sa Botiga» ubicado en la Avinguda Jaume I, en Santa Ponça. A esa hora llovía copiosamente y un hombre que regresaba a su casa reparó en un turismo con las luces encendidas junto al local, que lógicamente estaba cerrado. Además, escuchó ruidos sospechosos y sin pensárselo dos veces llamó por teléfono a la policía. Una patrulla se desplazó hasta esa dirección, justo en el momento en el que los tres hampones rumanos se daban a la fuga. Todo parece indicar que los delincuentes intuyeron que aquel hombre que les miraba desde la distancia iba a denunciarlos, porque abandonaron precipitadamente las instalaciones, con 300 euros en su poder y algunas cajas de tabaco y licor.
La actuación policial, empero, evitó la fuga y los tres extranjeros fueron apresados en un coche que había sido sustraído. En su poder se hallaron herramientas utilizadas habitualmente en este tipo de actos delictivos (patas de cabras, martillos y tenazas). Los agentes inspeccionaron el «súper» y comprobaron que habían entrado tras desencajar la ventana de ventilación. Se trata de un conducto estrecho, emplazado en la parte trasera, y desde ahí los delincuentes llegaron al almacén.