«Ahora que se plantea la conveniencia de unificar los dos Cuerpos, como delegado del Gobierno abogo por mejorar la eficacia y la coordinación, y creo que la Policía y la Guardia Civil tienen que interpretar papeles complementarios». Miquel Ramis eligió los actos de la festividad de la Benemérita para zanjar el debate sobre una fusión entre los dos organismos del Estado y dejó claro que tanto uno como otro tienen «ámbitos de actuación y competencias» distintas.
A las doce del mediodía se inició en la Comandancia de la calle Manuel Azaña el festejo por la Virgen del Pilar, patrona del Cuerpo. Catalina Cirer, alcaldesa de Palma; José María Rodríguez, conseller de Interior; Àngel Reigosa, presidente del TSJB; Tomeu Barceló, fiscal jefe; Antoni Terrassa, presidente de la Audiencia; Maite Jiménez, concejala de Governació; Ramón Torres, concejal socialista en la oposición en Cort y Eduardo Pérez Extremera, jefe superior de Policía, entre otros, presenciaron los actos desde el patio de las instalaciones beneméritas.
El vicario Bartomeu Tauler, delegado general de Palma, ofició la misa y excusó la ausencia de Andreu Genovart, el administrador diocesano. Además, tuvo un recuerdo para Teodor Úbeda. A continuación Cristófol Santandreu, el coronel jefe de la Guardia Civil, se dirigió a los presentes y destacó, en su alocución, el descenso de las infracciones penales durante este año. Sin embargo, abogó por «mejorar la sensación de seguridad de los ciudadanos de las islas».
Ramis, en su primera fiesta de la Patrona como delegado del Gobierno, trató el espinoso tema de la unificación entre el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, dejó clara la postura contraria del Ejecutivo nacional, y destacó la «vocación y profesionalidad» de los miembros de la Benemérita.