Los dos tripulantes ingleses que ayer tarde sobrevolaban en un helicóptero privado la costa de Portopetro, en Santanyí, consiguieron salir ilesos después de que el piloto perdiera el control y el aparato se estrellara contra el mar.
El Robinson R-22 Mariner, de pequeñas dimensiones, pertenece a la empresa Sloane Helicópteros, con sede en el aeródromo de Son Bonet, y que se dedica a vuelos de instrucción y fotografía aérea. A las 14.00 horas, aproximadamente, el aparato, que volaba muy bajo, cayó al mar, a unos 300 metros de la costa, en el Caló de sa Torre. Un barco que navegaba por las inmediaciones, el «Big White», rescató sanos y salvos a los dos tripulantes y de inmediato se puso en marcha un dispositivo de emergencia en el que participó la Guardia Civil, Policía Local, SAR y Salvamento Marítimo. El helicóptero no se hundió debido a un sistema anfibio de auxilio y será retirado en las próximas horas de Portopetro porque supone un riesgo para la navegación.