Un panadero del barrio de Sants de Barcelona encontró ayer abandonada en un contenedor de basuras a una niña recién nacida de apenas unas horas de vida, que goza de buena salud y que ha sido bautizada por las enfermeras que la atienden en el hospital de Sant Joan de Déu con el nombre de Mercé, la patrona de la ciudad cuya festividad se celebra hoy.
La pequeña Mercé permanecerá ingresada al menos una semana en el hospital y, según el departamento de Bienestar Social de la Generalitat, que se hará cargo de su tutela provisional, en menos de dos meses ya podría tener una familia de adopción.
La policía ha abierto una investigación para identificar y localizar a los padres del bebé, que en el momento de ser encontrado aún tenía la placenta y el cordón umbilical unidos al cuerpo, aunque, por el momento.
La policía sigue la pista de cualquier madre que haya podido ingresar en algún hospital de Barcelona con hemorragias y signos de haber dado a luz en las últimas horas.
El panadero que encontró al bebé hacia las 5.30 horas explicó que, en el momento del hallazgo, la recién nacida estaba en el interior de una bolsa «herméticamente cerrada» y, de no haber sido auxiliada, «hubiese muerto en 10 minutos».