EFE-TOKIO
Tres personas murieron en el incendio provocado ayer por un hombre
armado con un cuchillo que entró en las oficinas de una empresa de
paquetería en la ciudad japonesa de Nagoya y las roció con gasolina
tras tomar a ocho empleados como rehenes para exigir el pago de su
salario atrasado, dijo la policía.
El suceso pudo ser presenciado en directo en todo el país por la televisión pública NHK cuyas cámaras captaron el instante mismo de la explosión, que hizo saltar por los aires los cristales de las ventanas y lanzó al exterior multitud de papeles.
Inmediatamente, un voraz incendio carbonizó al autor de la explosión y el interior de las oficinas.
Según las autoridades, este suceso fue obra de uno de los conductores contratados en la empresa de paquetería y transportes Keikyubin, situadas en el cuarto piso de un edificio del barrio Higashi, de Nagoya, Japón central, para exigir el pago de su sueldo de los meses de julio a septiembre, que aún no había sido satisfecho.
La policía identificó al autor como Noboru Beppu, de 52 años de edad, y confirmó que era una de las tres víctimas del incendio que fueron encontradas en el lugar una vez controladas las llamas, junto al director de la oficina Kunio Yoshikawa, de 41 años, con quien se encerró hasta el final, y un policía.
Beppu penetró en las oficinas por la mañana y armado con un cuchillo de montaña de una hoja de 35 centímetros, un arco y flechas, se hizo fuerte en su interior y tomó al resto de empleados como rehenes para forzar a la dirección a pagarle lo que le debía.