Fernando P.R., de 21 años de edad, se confesó ayer culpable de haber causado la muerte de un inmigrante ecuatoriano, al que atropelló al subirse con su vehículo sobre la acera en la calle Aragón y haberse llevado por delante a tres peatones, entre ellos el fallecido. Este suceso ocurrió en la madrugada del día 20 de mayo del año 2001. La víctima, José Carlos Llullana Quishpe, de 40 años de edad, era padre de nueve hijos y se da la circunstancia que al pequeño sólo lo conocía por foto, ya que antes de que naciera se trasladó a vivir a Mallorca porque en su país no tenía trabajo con el que poder mantener a su familia.
El acusado será condenado por la juez Begoña Guardo Laso, del Juzgado de lo Penal número 6 de Palma, a una pena de un año de prisión, más otros dos años de prohibición para conducir vehículos de motor. El joven, tras alcanzar un acuerdo con el fiscal y los letrados de las acusaciones, que representaban a los otros dos heridos, se declaró culpable, ya que inicialmente se le pedía una pena más elevada.
De madrugada, el acusado, conduciendo un vehículo Renault Clío de forma temeraria, se subió a la acera cuando se encontraba en la calle Aragón. Precisamente por esta acera iban caminando tres personas. Una de ellas era la víctima, José Carlos Llullana, que fue arrastrado varios metros y murió al instante. La víctima iba acompañado por otros dos amigos. Uno de ellos resultó casi ileso, mientras que el otro, que iba agarrado del brazo con el fallecido, sufrió lesiones muy graves. El vehículo le ocasionó una fractura en la tibia, contusiones y un esguince. Estuvo ingresado y tardó tres meses en curar.