El anciano de 91 años que presuntamente mató a su mujer en Martos (Jaén) descuartizándola con un hacha se había negado en varias ocasiones a ingresar en una residencia, informó la concejala de Asuntos Sociales del municipio, Encarnación Muñoz.
Los servicios sociales del Ayuntamiento ayudaban a la pareja de ancianos desde hace unos siete meses, cuando la mujer, Gertrudis A. M., de 90, vio considerablemente mermada su movilidad como consecuencia de una diabetes que le había afectado la visión.
Precisamente, la pérdida de visión había llevado a la anciana a sufrir varias caídas, de ahí que los Servicios Sociales actuaran e integraran al matrimonio en el programa de ayuda a domicilio con una asistenta que se encargaba dos veces al día de la comida, la limpieza del hogar y el aseo personal.
El anciano se encontraba en tratamiento por cuadros de depresión, al tiempo que, dijo Muñoz, se le estaban practicando exámenes para determinar si presentaba un cuadro de alzheimer o de demencia senil. Según informó la Guardia Civil a Efe, el suceso se descubrió sobre las 20.30 horas cuando la asistenta avisó a la Guardia Civil de que había encontrado el cadáver de la anciana en el momento en que acudió al domicilio situado en el número 59 de la calle La Teja para hacer su visita rutinaria.
El cuerpo de la mujer se encontraba completamente destrozado, hasta el punto de que su cabeza fue localizada por la Guardia Civil en un contenedor de basura próximo a la vivienda de los dos ancianos.