La localidad de Calvià fue sin duda el núcleo de la Isla que sufrió las consecuencias más graves de la adversa situación meteorológica que se produjo en la mañana de ayer en Mallorca. Arboles caídos, calles y comercios inundados, e incluso paredes de edificios arrancados por la fuerza del viento fueron algunas de las consecuencias que se vivieron ayer en la localidad de Calvià, que vivió una situación de auténtico caos durante toda la jornada. Las zonas más afectadas por la acción de la tormenta fueron Santa Ponça, El Toro, Son Ferrer, Portals y Magalluf.
La tormenta hizo su aparición sobre las diez de la mañana, pero pocos vecinos recordaban haber vivido una situación similar. En pocos segundos el cielo se oscureció y de pronto comenzó a caer una tromba de agua, que vino acompañada de fuertes rachas de viento. Las rachas tuvieron tanta fuerza que, por ejemplo, en un apartamento de la zona de El Toro, destrozaron los cristales de varias viviendas. Asimismo, el viento también arrancó las paredes exteriores de algunos pisos de un edificio, situado a primera línea del mar. En un hotel de lujo, que se inauguró hace poco en la zona de Port Adriano, también se produjeron roturas de cristales.
El alcalde Carlos Delgado, acompañado por el teniente de alcalde Isidre Cañellas realizaron una visita por la localidad para conocer de cerca los daños causados en la tormenta. Todas las actuaciones de emergencia que se realizaron se coordinaron desde el cuartel de la Policía Local. Por la tarde se reunió un gabinete de emergencia para valorar los daños.