El licor fue su perdición. Un ladrón que entró a robar en un chalé de Cales de Mallorca no pudo superar la tentación de encontrarse con una bodega llena de buen alcohol y se dedicó a catarlo en lugar de desvalijar la vivienda. Las consecuencias fueron, para él, nefastas: se emborrachó tanto que se quedó dormido junto a la casa y fue detenido.
S.B.N., es un joven portugués de 26 años, excéntrico y que ha protagonizado toda clase de espectáculos. La Unidad Territorial de Costas (UTC) de la Policía Local de Manacor llevaba un tiempo siguiéndolo, porque esperaban que actuara de un momento a otro. No se le conoce trabajo y deambula por toda la comarca de Manacor viviendo en la indigencia, aunque su carácter irascible y su musculatura lo han hecho temible para algunos vecinos. El pasado día 20 los agentes de la UTC recibieron una llamada en la que se informaba de un asalto a un chalé ubicado en la zona de Cales. Cuando una patrulla llegó a la dirección señalada se encontraron al joven portugués durmiendo junto a la casa, cobijado a la sombra de un árbol y desprendiendo un fuerte aliento a alcohol.
Los funcionarios le colocaron los grilletes y entraron en la casa, que presentaba síntomas de haber sido violentada y un gran revuelo en el interior. De la reconstrucción policial que se efectuó se desprende que S.B.N. entró en la vivienda con la intención inequívoca de desvalijarla, aprovechando que estaba desocupada en esos momentos. Una vez dentro, empero, se sintió seducido por la ropa del dueño, que se probó y decidió quedarse. Luego, dio buena cuenta del alcohol que encontró y quedó sumido en un estado de semiinconsciencia que le supuso, horas después, su detención.