La discoteca se encuentra próxima a la Plaza Gomila y en la madrugada del sábado, cuando todo transcurría con normalidad, un desconocido accedió al recinto y, sin motivo aparente, se dirigió a la pista y comenzó a rociar con un spray a los jóvenes que bailaban. La secuencia duró unos segundos y, acto seguido, el individuo emprendió veloz huida, amparado en el desconcierto que se había formado en la sala.
Los responsables del local advirtieron que algo extraño estaba ocurriendo y de repente varias personas tuvieron que salir al exterior porque tenían dificultades respiratorias. El número de intoxicados fue creciendo y finalmente 18 jóvenes sufrieron algún tipo de problema al inhalar el gas tóxico. Varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron hasta Gomila y atendieron a los intoxicados, al tiempo que recababan información sobre lo ocurrido. La mayoría de afectados se recuperó minutos después del incidente, pero dos de ellos, cuyas identidades no han trascendido, tuvieron que ser trasladados hasta un centro médico cercano porque persistía la dificultad para respirar. Estos dos últimos, sin embargo, recibieron el alta tras recibir oxígeno y ser sometidos a un chequeo completo.
El local, mientras tanto, fue evacuado de forma provisional y los agentes de la Jefatura palmesana tomaron declaración a los testigos para estrechar el cerco sobre el sospechoso, del cual se tienen ya bastantes datos. Los funcionarios, con la descripción física del varón y con datos sobre su indumentaria, dieron una batida por la calle Joan Miró y los alrededores, pero no consiguieron localizarlo.