Un joven de 22 años de edad, llamado Antonio S., presunto autor de un asesinato cometido el pasado lunes en la localidad granadina de Guadix, se entregó ayer en el juzgado de guardia de Palma y confesó el crimen. El joven, junto a varios familiares, había huido de su lugar de residencia tras verse implicado en una reyerta entre dos familias rivales de etnia gitana. En esta reyerta murió una mujer de 45 años de edad, cuya identidad responde a las iniciales de J.S.H., que sufrió un impacto de bala. En el incidente también resultó herida una hermana de la mujer fallecida, que fue hospitalizada en estado muy grave, y un niño de ocho años de edad, que estaba jugando en la calle cuando se produjeron los disparos. El niño sufrió una herida superficial en la espalda de una bala que había rebotado contra la pared y el suelo.
Después de producirse el crimen, el joven Antonio S. huyó de Granada y se desplazó a Mallorca, donde tiene varios familiares. En el juzgado se encontraban algunos miembros de su familia, entre ellos su padre y su hermano, que también fueron trasladados a Jefatura para prestar declaración sobre el crimen, ya que se cree que también están implicados, si no como autores, al menos como encubridores.
El presunto criminal contó que el lunes llegó a su domicilio al mediodía y se encontró en el suelo a su padre y a su hermana, aparentemente sin sentido, mientras que la mujer que después murió iba armada con una pistola. Antonio S. dijo que forcejeó con esta mujer y que disparó, y que instantes después huyó sin saber si la víctima murió. Se da la circunstancia de que antes de que se produjera el crimen las familias implicadas en el incidente, ocurrido en un barrio marginal de Granada, habían tenido una discusión, en la que el padre de Antonio S. fue atendido en un centro médico de una herida en la cabeza, producida por un objeto contundente, que precisó de doce puntos de sutura. Ambas familias declararon ante la Benemérita de Guadix, pero no denunciaron los hechos.