Al menos quince personas han muerto y centenares han resultado heridas a causa del terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter que sacudió la provincia china de Yunnan, en el sur del país. Mientras, en 16 provincias chinas más de 3,5 millones de personas han perdido su hogar debido a las inundaciones que ha sufrido China en las últimas semanas, y un informe elaborado por diversas misiones de la Cruz Roja desplazadas hasta las zonas más afectadas por las riadas concluye que cerca de cien millones de personas se han visto afectadas por las lluvias.
En mitad del caos que suponen las inundaciones se produjo el lunes el temblor de tierra, que ha afectado a cerca de un millón de personas, muchas de las cuales han tenido que cancelar sus actividades diarias, y ha supuesto pérdidas económicas que en un primer balance se calculan en unos 620 millones de yuanes (unos 74,7 millones de dólares). Unas 18.000 viviendas han quedado destruidas y 328.000 casas han sufrido destrozos de diversa consideración. El epicentro del seísmo se localizó en la noche del lunes al martes en el distrito de Dayao, situado a unos 180 kilómetros al sur de la ciudad de Kunming, capital de Yunnan. Equipos de rescate y material han sido enviados a las zonas siniestradas.