En el Juzgado de lo Penal número 6 de Palma se celebró ayer un juicio contra un hombre, de unos 45 años de edad, llamado Juan G.P., acusado de dos delitos de abusos sexuales. El acusado aceptó los hechos después de que su abogado alcanzara un acuerdo con la Fiscalía y con los dos representantes de la acusación particular, los letrados Ferran Gomila y Marc González. El acuerdo consistía en que el acusado se declaraba culpable y aceptaba pagar una multa de 20 meses a razón de tres euros diarios, se le retirará la patria potestad de su hija durante un año y además indemnizará a las dos víctimas con doce mil euros.
Las víctimas de estos abusos sexuales son una hija del acusado y una sobrina suya, que en el momento que se descubrieron los hechos, en el año 2000, tenían entre diez y doce años de edad.
Según ha reconocido el propio acusado, a su hija mayor le realizó tocamientos en las nalgas, en la zona anal, vulvar y vaginal. Lo mismo sufrió su sobrina, con cuya familia mantenía el acusado una relación muy estrecha porque eran vecinos.
El acusado se separó de su mujer en el año 2000 y fue cuando las niñas contaron lo ocurrido. En el escrito de acusación se asegura que la sobrina venía sufriendo estos tocamientos desde que tenía unos cinco años. Hubo un momento en el que la niña se dio cuenta de lo que le hacía su tio, y aunque no lo contó inicialmente a nadie, evitaba cualquier contacto con el acusado.