Un par de guantes de látex manchados de sangre junto a un trozo de tela azul al lado de un pino, y varios metros de precinto policial entre los troncos de cuatro árboles, a la altura del número 27 del Passeig Marítim, inducían a pensar que en ese punto había pasado algo grave. El trágico suceso había ocurido cuando apenas faltaban diez minutos para las seis de la mañana de ayer. Un marroquí de unos 35 años de edad, que había acabado de trabajar en un establecimiento de la zona y circulaba en bicicleta, fue arrollado por un turismo por causas que investiga la Policía Local de Palma, que se encargó de elaborar el atestado del siniestro.
La víctima iba por la calzada en dirección a Portopí. A la altura del número 27, frente a varios locales de ocio, fue atropellada por el coche, marca Honda, modelo Accord. Este vehículo era conducido por un joven de unos 30 años de edad que dio positivo en la prueba de alcoholemia. Por este motivo, los agentes procedieron a su detención y posterior traslado a las dependencias policiales de Sant Ferran para que prestase declaración acerca de lo sucedido.
Una ambulancia acudió en breve al lugar del suceso. Los agentes de la Policía Local precintaron la zona para evitar que la gente se acercase al lugar. A su vez, alertaron a los demás conductores que circulaban por la zona para evitar que se produjesen nuevos accidentes.
El ciclista fue asistido en el lugar de los hechos por el personal sanitario de la ambulancia y de inmediato fue trasladado a Son Dureta, pero falleció poco después debido a la gravedad de las lesiones padecidas en la brutal colisión.
El turismo del conductor, que resultó ileso, fue retirado del lugar al igual que la bicicleta del ciudadano, al parecer marroquí, que quedó completamente destrozada. Instantes después se notificó la muerte del ciclista al Juzgado de Instrucción número 5 de Palma, que a esa hora se encontraba en funciones de guardia. Los agentes inicaron las pertinentes gestiones para averiguar la identidad del fallecido.