El pasado día nueve, miércoles, se descubrió el cadáver de una mujer de 47 años en el piso donde residía, en la calle Bisbe Sastre de Palma.
En la habitación había una carta en la que se pretendía hacer creer que se trataba de una muerte voluntaria. La mujer convivía con un hombre que, desde el día del descubrimiento del cadáver, está en paradero desconocido.
A decir verdad, desde un principio se sospechó que la causa de la muerte «no estaba clara». Había muchos detalles que daban mucho que pensar a los investigadores, y así se escribió en estas páginas. Pero hacían falta datos para reforzar lo que era sólo una simple sospecha. Estos datos o mejor, un dato muy concreto, se ha conocido hace unos días. Se trata de los resultados de la autopsia que se practicó al cadáver por parte de los médicos forenses Joana Siquier y Vidal Santos: el cuerpo presenta signos evidentes de que la mujer pudo ser estrangulada.
Estamos pues hablando de un posible crimen, (homicidio o asesinato), y en este sentido se supone que se dirige la investigación. Una investigación que está rodeada del más absoluto hermetismo y de la que el juez ha decretado el secreto del sumario. Pero las líneas de trabajo parecen evidentes, puesto que se supone que la última persona que vió con vida a la víctima, de nombre Carmen María, fue el hombre con el que convivía.
Esta persona está en paradero desconocido y se sospecha que pudo escribir él la carta, e incluso que podría ser el autor de la muerte por estrangulamiento de su compañera. El día de autos, junto al cadáver no se encontró ninguna sustancia con la que en principio se pudiera pensar que la mujer se había quitado la vida. Además, parece ser que en la carta se aseguraba que la pareja había decidido quitarse la vida, pero lo cierto es que sólo había un cadáver y las sospechas son de que el texto lo escribió el compañero sentimental.
Un hombre al que se trata ahora de localizar porque en principio tiene que responder a muchas preguntas. Además de los datos ya señalados de la autopsia, restos del cadáver fueron enviados a un laboratorio de la Península para certificar con mayor exactitud otros detalles del fallecimiento de la mujer.