En el Juzgado de lo Penal número 2 de Palma se celebró ayer un juicio contra un jubilado, llamado Sebastián D.P., que está acusado de lesionar a la mujer que le había alquilado una vivienda en la barriada de la plaza de toros, pero que tuvo que desahuciarle del piso por no pagar los últimos tres meses de alquiler. Los hechos ocurrieron el día 16 de abril del año 1999. La mujer explicó que diez meses después de sacar al inquilino éste se presentó en la puerta de su casa. «Me preguntó si tenía cartas suyas y le dije que no.
Después le pregunté por un amigo que vivía con él y me contestó que había muerto». La mujer recordó que acto seguido el acusado la golpeó en la cara, perdió el equilibrio y cuando estaba en el suelo «comenzó a darme patadas». La víctima detalló que su ex inquilino comenzó a pisotearla y que menos mal que «un joven logró ayudarme». La mujer sufrió una lesión en un ojo. Fue evacuada a un hospital y, según el parte que firmó el médico forense, precisó 21 días de curación.
Esta versión de los hechos no coincide con la que declaró ayer el acusado. El hombre reconoce que acudió a la vivienda y que golpeó a la mujer, pero no como dice ella, sino que la agarró por el cuello, la empujó y ella se golpeó contra el buzón. Acto seguido, según el acusado, la mujer cayó al suelo. El hombre explicó que acudió al piso para pedirle a la mujer «si le debía algo de dinero, pero al verme empezó a gritar, y por ello la empujé». Tras la agresión, el hombre se subió a un vehículo y se marchó.