Un obrero murió y otro resultó herido al derrumbarse ayer un muro medianero en un edificio en rehabilitación en la calle Castelar número 13 de Madrid, que carecía de licencia para el tipo de obras que se estaban realizando, informaron fuentes municipales. La obra sólo contaba con autorización para reparar los daños, cuando se hacía una obra mayor.
El accidente ocurrió en torno a las ocho y media de la mañana cuando tres trabajadores de origen ecuatoriano pertenecientes a la empresa Ecuobras -Fausto Castillo, de unos 30 años, que murió; Àngel Arujos, de 30, que quedó atrapado por las piernas y fue evacuado por el Samur al Hospital Ramón y Cajal, y un compañero de ambos de 25 años, que resultó ileso-, efectuaban tareas de cimentación en el sótano del inmueble, un edificio de dos plantas construido en 1889.
El derrumbe se produjo cuando uno de los obreros (que falleció en el siniestro) perfilaba una zapata para colocar un pilar que debía sostener el forjado del techo.