GUILLEM PICÓ-PEP MATAS
El delegado del Gobierno en Balears, Miquel Ramis, pasó buena parte
de la mañana de ayer en los Juzgados de Palma para comprobar el
funcionamiento de éstos después de la entrada en vigor de los
juicios rápidos, y tomar nota de sus carencias. El Juzgado de
Instrucción número 6 estaba ayer de guardia y el número 7 celebraba
juicios de faltas. Miquel Ramis llegó a las dependencias de Vía
Alemania a las nueve de la mañana. El titular del Juzgado de
Instrucción número 6, Miquel Florit, recibió al delegado del
Gobierno y lo acompañó por las reformadas instalaciones del juzgado
de guardia, los calabozos nuevos y demás dependencias del
edificio.
El delegado del Gobierno explicó tras su visita que «el presente es mejorable y el futuro es muy bueno porque los juicios rápidos contribuirán a disminuir los índices de delincuencia». En este sentido Ramis puso como ejemplo un caso que presenció, en el cual «un hombre que fue detenido el sábado por alcoholemia, hoy (ayer) ya se ha ido con la sentencia a su casa».
Ramis explicó que «todavía falta una readecuación de los medios de que disponen los juzgados, como puede ser la utilización de la agenda electrónica y los medios informáticos, porque sólo hace un mes que se ha iniciado todo este proceso y falta rodaje». Aún así «después de lo visto y hablado tengo la impresión de que el número de fiscales es insuficiente por lo que habrá que trabajar en este sentido para aumentar la plantilla y también puede que sea insuficiente el número de juzgados de instrucción, aunque se haya incorporado un juez de apoyo.
Ahora hay diez juzgados de instrucción, lo que significa que como cada día hay dos de guardia, uno para delitos y otro para faltas, el primero tiene que estar 24 horas de guardia cada diez días», manifestó. «Desde Delegación de Gobierno se trabajará para que se pueda aumentar el número de juzgados y también la cifra de fiscales», aseguró Miquel Ramis.
Sobre este aspecto la Junta de Jueces de Instrucción de Palma, reclama la creación de cuatro juzgados nuevos de instrucción para que cada juzgado haga una guardia por semana, y así pueda asumir el volumen de trabajo.