Un concepto de las vacaciones muy peculiar. Eso es lo que debían tener ocho turistas ingleses que han sido detenidos por la Guardia Civil después de que se descubriera que se dedicaban a robar a diario y que, luego, escondían el botín en su hotel de Alcúdia.
El pasado 31 de mayo, según informó ayer la Oficina Periférica de Comunicación (OPC), los encargados de un negocio del Port d'Alcúdia sorprendieron a un tal Gary D., de 37 años, hurtando algunos productos. Antes de que pudiera ser reducido, se dio a la fuga, pero la Guardia Civil abrió una investigación y lo localizó al poco tiempo.
Lo que en principio se intuía como la detención de un «ratero» de poca monta se convirtió, después, en la desarticulación de una banda organizada. De hecho, Gary se encontraba de vacaciones con otros siete compatriotas y todos ellos, en lugar de sol y playa, buscaban tiendas donde poder sustraer tabaco o licores. La prueba la encontraron los agentes del cuartel de Pollença cuando registraron las habitaciones que ocupaban los ocho turistas en un hotel del Port d'Alcúdia, donde se halló un auténtico «arsenal» ilícito.