AFP-ARGEL
Al menos 1.100 personas murieron y unas 6.700 resultaron heridas
tras el terrible terremoto que asoló el miércoles por la noche
Argel y sus alrededores, un balance que podría agravarse en las
próximas horas, según los servicios de rescate que buscan nuevas
víctimas y posibles supervivientes entre los escombros. Este sismo
es el más sangriento registrado en Argelia desde 1980, cuando 3.000
personas perdieron la vida en un terremoto de magnitud 7'5 en la
escala de Richter, graduada hasta 9.
La tierra comenzó a temblar a las 19.44 horas locales (18H44 GMT) y provocó el pánico entre los habitantes de Argel y del departamento vecino de Burmedes, unos 50 kilómetros al este de la capital, que abandonaron apresuradamente sus casas mientras que otros miles quedaron sepultados entre los escombros de decenas de edificios y casas que se vinieron abajo. La ayuda a los heridos y los trabajos de búsqueda entre las toneladas de escombros comenzaron durante la noche del miércoles, una vez pasados la conmoción inicial, el pánico de los habitantes y los graves cortes de electricidad.
El temblor de tierra también se percibió en la costa mediterránea española, según el Instituto Geográfico, aunque no hubo que lamentar ninguna víctima hasta el momento. En Argelia, decenas de edificios, muchos de ellos recién construidos, se hundieron como castillos de naipes, sobre todo en las ciudades de Bumerdes y Ain Taya, donde una decena de edificios y unas 40 casas individuales no resistieron a la violenta sacudida que duró varios segundos. Muchas personas también resultaron heridas e incluso murieron golpeadas por las piedras o pedazos de cemento que caían de los edificios.