Síguenos F Y T L I T R

El TSJB rechaza celebrar otro juicio por la muerte de Pedro Estarellas

Los jueces sólo aceptan reducir en seis meses la pena que debe cumplir el único de los tres acusados que fue condenado

Los tres acusados acudieron a la vista de apelación de la sentencia. Foto: J.F.M.

|

El Tribunal Superior de Justicia de Balears ha denegado la propuesta de repetir el juicio por el homicidio del empresario mallorquín Pedro Estarellas, ocurrido en el mes de octubre del año 2000 en su domicilio de la calle Ruiz de Alda. La repetición del juicio fue solicitada por el abogado Pablo Molina, que representa a la familia del fallecido, así como por el fiscal jefe de Balears, Bartomeu Barceló, que mantuvieron que el jurado popular no motivó en su veredicto el porqué absolvía a dos de los tres acusados, en concreto a Pedro Pérez y a Sebastián Bibiloni, defendidos por los abogados Bartomeu Oliver y Jacobo Planas, que se opusieron a que se repitiera el juicio.

El TSJB sólo acepta, en parte, el recurso del letrado Eduardo Valdivia, que defendía a José María Cervelló, el único condenado (y también el único que reconoció que había matado al empresario). El joven fue sentenciado a una pena de 16 años de prisión por los delitos de homicidio y robo con violencia, al aplicarse la agravante de abuso de superioridad. El letrado mantuvo que esta agravante no fue planteada al jurado y fue aplicada por el juez que presidió el juicio. El TSJB cree que el magistrado no se extralimitó en su función, si bien en el delito de robo con violencia entiende que no se puede aplicar esta agravante.

De esta forma, los jueces rebajan en seis meses la pena por este delito de robo, que queda fijada en tres años. Sin embargo, con respecto al homicidio no se modifica el fallo y se confirma los doce años y seis meses de prisión. Con respecto a la principal propuesta que se planteaba al máximo tribunal de Balears, que fue la de ordenar la repetición del juicio, entienden los jueces Angel Reigosa, Antoni Capó y Miquel Masot que esta petición no puede aceptarse, e incluso la califican de «desproporcionada».

Lo más visto