Los jardines de s'Hort des Rei y las murallas que separan la Catedral del Parc del Mar son el hábitat natural de una especie que no se encuentra, ni mucho menos, en peligro de extinción: las 'claveleras'. Estas mujeres han multiplicado sus actuaciones coincidiendo con la llegada del buen tiempo y la presencia de turistas por las fiestas de Semana Santa, pero lo más llamativo es que se mueven con total impunidad y hacen burla continua a la policía.
El Jueves Santo, sin ir más lejos, una treintena de turistas fueron abordados en sólo media hora cuando paseaban tranquilamente por aquellos jardines, ajenos a la presencia de las «claveleras» y embelesados por las vistas a la bahía. La primera reacción del veraneante suele ser de sorpresa, que se convierte en recelo cuando la mujer gitana le cuelga un clavel en el bolsillo y comienza a manosearlo sospechosamente. Ése fue el caso, por ejemplo, de un matrimonio cincuentón que optó primero por quitarse de encima a las féminas y, luego, avisar a la policía.
Una patrulla del 091 acudió a su llamada y mientras los agentes hablaban con la víctima las tres «claveleras» permanecían sentada en un banco próximo, con una sonrisa dibujada en los labios. Los funcionarios, conscientes de sus limitaciones, precintaron los claveles y los arrojaron a una papelera.