PEP MATAS/J.F.M.
Lucía Iglesias, de 19 años, la joven que mató a su padre la tarde
del pasado lunes, ha declarado que la discusión que derivó en el
homicidio se inició cuando ella y su madre regresaron a casa
después de recoger a su sobrino, de nueve años y nieto de la
víctima. Según la versión de la sospechosa, su padre se encaró con
su madre porque quería que le diera las llaves de un turismo, y la
mujer se negaba a ello debido al grado de esquizofrenia que
padecía. Comenzó entonces una discusión, en la que el hombre lanzó
graves insultos y amenazas contra su esposa. En mitad de todo este
'espectáculo', parece ser que al niño le dijeron que se fuera a una
de las habitaciones. Las amenazas continuaron y entonces apareció
un cuchillo de cocina, según la versión de la chica en manos de su
padre. Entonces ella le arrebató el arma y en un momento de
obcecación se lo clavó, hasta en 35 ocasiones. Las investigaciones
de este caso las lleva el Grupo de Homicidios y uno de los puntos
por determinar es dónde comenzó la discusión y cuándo se produjo la
primera agresión. En principio todo apunta a que la primera
cuchillada se la dio la joven en un pasillo y después las
agresiones continuaron. El hombre murió desangrado y cuando la
policía llegó a la casa, en la barriada de la Soledat, frontera con
la del Polígon de Llevant, el cadáver estaba tumbado sobre una
cama, por lo que supone que fue trasladado allí. La joven
continuaba ayer recluida en los calabozos de la Jefatura Superior y
el Grupo de Homicidios continúa con las diligencias. Una vez que
las mismas hayan concluido, entre hoy y mañana, la joven será
presentada ante la autoridad judicial. Tras conocerse lo ocurrido
policías de la Brigada de Policía Científica efectuaron una
inspección ocular en el lugar de los hechos, encontrándose manchas
de sangre en distintas dependencias de la vivienda. Hasta el
momento, y en base a los resultados de las investigaciones, todo da
a entender que la joven sería responsable de un homicidio.
La pelea que acabó en homicidio comenzó por las llaves de un coche
El nieto del fallecido, de nueve años de edad, fue testigo del inicio de los hechos