F. RAMOS/M. FUSTER
Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Manacor realizaron el
domingo pasado uno de los servicios que no olvidarán nunca. Los
policías ayudaron con éxito a dar a luz a una vecina del municipio
que rompió aguas en su casa poco antes de comer. La mujer, Isabel
Lillo, empezó a sentir fuertes dolores sobre la una y media del
mediodía y llamó por teléfono a un familiar. Su marido, al ver que
su mujer tenía síntomas de tener el niño se puso en contacto con la
policía para que avisasen a una ambulancia.
Los agentes, tras recibir el requerimiento, se desplazaron a la vivienda de inmediato pero cuando llegaron la mujer ya había iniciado el parto. En un primer momento se pensó en llevar a la mujer, que tiene también una niña de tres años y un niño de dos, hasta el hospital de Manacor en el vehículo policial. Sin embargo, el niño salía por los pies y ante el peligro que ello suponía, los agentes decidieron ayudar a nacer al bebé, una niña que pesó 2,68 kilogramos y se llama Ainhoa. Durante el parto, la madre estuvo acompañada por su hijo de dos años de edad, que vio el nacimiento de su hermana.
Poco después, una ambulancia llegó al domicilio de Manacor. El personal sanitario llevó primero a la niña al hospital del municipio, donde fue examinada por los facultativos y quedó ingresada. Fuentes policiales indicaron que ni ella ni su madre sufrieron ningún traumatismo ni lesión.