El pozo está ubicado en una casa del número 17 de la calle Nord, una vía paralela a la calle Major, una de las más transitadas de Llucmajor. A eso de las dos menos cuarto de la tarde Jonathan y Diego Winder, de 4 y 2 años respectivamente, se encontraban jugando en el corral de esa vivienda, adonde su madre, una joven brasileña, había acudido a saludar a unos amigos. Según parece, el mayor de los hermanos se subió a un tablón que cubría el pozo y cuando le seguía Diego la madera se abrió a sus pies y los dos cayeron al agujero, que contenía unos tres metros de agua gélida. Los gritos de los pequeños alertaron a los propietarios de la vivienda y un hombre chileno y su vecino se arrojaron sin pensárselo al pozo, a fin de mantener en la superficie a los dos niños que se ahogaban. La voz de alarma cundió segundos después y el centro de emergencias del 112 se puso en contacto con los bomberos de Llucmajor, la Guardia Civil, la Policía Local y el 061 para coordinar el operativo de auxilio.
Los primeros en llegar a la casa de la calle Nord fueron los bomberos, que se encontraron que Jonathan ya había sido rescatado. En el pozo quedaba el otro hermano y junto a él esperaba un adulto que sujetaba al pequeño e intentaba mantenerse a flote agarrado a una caja de plástico. Uno de los bomberos, sin tiempo ni siquiera de colocarse el traje de neopreno, bajó al pozo a través de una escalera y comprobó, en primer lugar, que el niño se encontraba en buen estado, aunque muy asustado. «Estaba muy oscuro y el agua estaba helada. El niño estaba muy asustado», relató por la tarde a este periódico.
Minutos después se llevó a cabo con éxito el segundo rescate y los dos hermanos fueron evacuados a un centro médico, sólo como medida de precaución, ya que aparentemente no habían sufrido lesiones graves. Uno de ellos se había provocado erosiones en una mano y ambos sufrían hipotermia por el tiempo transcurrido en el agua, que estaba muy fría. Sin embargo, los dos hermanos recibieron el alta y pudieron regresar con su familia tras el tremendo susto.