AFP-CHINA
El número de víctimas de un terremoto de 6,8 grados de magnitud en
la escala abierta de Richter que sacudió ayer el noroeste de China,
llegó a 259 muertos y más de 2.000 heridos y causó la destrucción
de cientos de edificios. Unas 8.861 viviendas y 900 edificios se
vieron afectados por este terremoto, que tuvo lugar en un amplia
área en torno a la ciudad de Jiashi, en la parte oriental de la
región de Xinjiang.
«Creemos que el balance de víctimas aumentará una vez dispongamos de más información», dijo un portavoz del Partido Comunista del Condado de Bachu. Un responsable de la Oficina Sismológica de Xinjiang aseguró que algunas escuelas resultaron afectadas y que hubo muertos, pero no pudo facilitar el número de niños fallecidos.
El responsable de la Oficina Sismológica de Pekín, Li Qianghua, confirmó el elevado número de víctimas y lo achacó a las malas estructuras de los edificios que se encuentran en la zona afectada por el terremoto. El fenómeno telúrico se sintió en un radio de 40 kilómetros, al este de la ciudad de Jiashi, en el Condado del mismo nombre, cerca de la frontera con Kirguizistán y Tayikistán, precisaron responsables locales.
Tanto los servicios médicos como efectivos del ejército trabajaban en las zonas afectadas por la sacudida. El ministro de Asuntos Civiles de Pekín anunció que había enviado un equipo dirigido por el viceministro, Yang Yan Yin, para que apoye al gobierno local en las tareas de rescate.