El Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía de Palma se ha trasladado hasta Barcelona y ha detenido, en colaboración con la comisaría de aquella ciudad, a dos ciudadanos del Este que extorsionaban a empresarios de Mallorca.
Una de las víctimas es el propietario de una conocida cadena de cafés de Palma y Calvià, que hace algunas semanas comenzó a recibir mensajes escritos en su teléfono móvil que le advertían que su vida corría peligro si no hacía un primer pago de 27.000 euros (casi cinco millones de pesetas). Las amenazas se fueron prolongando en el tiempo y dejaron bien a las claras que no se trataba de una broma. Los extorsionadores ofrecieron datos que demostraban, sin género de dudas, que tenían información sobre las víctimas y finalmente les facilitaron una cuenta bancaria para que hicieran los ingresos.
Los delincuentes, sin embargo, ignoraban que los empresarios asediados habían recurrido a la policía y cometieron el error de intentar cobrar el dinero estipulado. El Grupo de Homicidios, con un ardid que a la postre permitió esclarecer el caso, ideó un «pago falso» y los dos extranjeros «picaron». De esta forma pudieron ser detenidos los dos sospechosos, cuyas identidades no han trascendido. La investigación, con todo, no ha finalizado y ahora la policía trata de determinar si los acusados recibieron ayuda y, por ende, si hay más implicados en la trama.