G. PICÓ/MICHELS
La policía localizó ayer al presunto profanador de dos tumbas en
los cementerios Gènova y Andratx. El sospechoso fue ingresado en la
unidad de psiquiatría del hospital de Son Dureta. Se trata de un
hombre de 30 años de edad, vecino de Andratx, que dijo que había
quitado las losas de las tumbas y se había llevado los restos de
los cadáveres del interior porque escucha voces de los muertos que
le dicen que los tiene que desenterrar. El caso está siendo
investigado por el Grupo de Homicidios del CNP y la policía
judicial de la Guardia Civil de Calvià.
El sospechoso profanó primero la tumba de su padre, en el cementerio de Andratx. Rompió la lápida del nicho 4 de la tumba 296, sacó del ataúd el esqueleto, lo metió en una mochila y se lo llevó a su casa. Después fue al cementerio de Génova, en Palma, y abrió otra tumba. En esta ocasión parece ser que se llevó a su casa un cráneo y restos de otro cadáver. Sin embargo, poco después fue a la iglesia de Andratx y le contó al párroco lo que había hecho. El párroco avisó a la Guardia Civil de Andratx y a sus familiares y lo acompañó hasta el hospital de Son Dureta. Un facultativo determinó su ingreso en psiquiatría debido a su enfermedad.
El jueves al mediodía los agentes del grupo de Homicidios del CNP descubrieron la profanación de la tumba en el cementerio de Gènova.
Ayer por la tarde, agentes de la Policía Judicial de Calvià y de la Guardia Civil de Andratx acudieron al cementerio de este último municipio para realizar una inspección ocular. La profanación de las tumbas era unos de los temas más comentados ayer entre los vecinos de Gènova y Andratx. Al parecer, en la vivienda del supuesto autor de los hechos se hallaron restos de los cadáveres.