JAVIER JIMÉNEZ-LLUÍS PLANAS
Joaquín Delgado Díaz, un trabajador de una fábrica de cemento de
Lloseta de 54 años, falleció en la tarde de ayer al precipitarse
desde quince metros de altura y estrellarse de cabeza contra el
suelo. Se trata del primer accidente laboral mortal registrado este
año en Mallorca y la Guardia Civil ha abierto una investigación
para aclarar las circunstancias. La víctima, que residía en Lloseta
y al parecer tenía cuatro hijos, se encontraba en el tejado de la
fábrica Cemex España (antigua Portland) cuando de repente se abrió
un boquete en el techo de hierro y el hombre se precipitó al
vacío.
El centro de emergencias del 112 puso en marcha un dispositivo de urgencia en el que participaron la Policía Local de Lloseta, Protección Civil de esa localidad, la Guardia Civil y una ambulancia UVI-móvil que salió de Inca y llegó en pocos minutos. Los médicos comprendieron desde el primer momento que prácticamente no había nada que hacer, pero durante media hora intentaron recuperar sus constantes vitales.
Al final, a las 15.30 horas, los facultativos certificaron el fallecimiento y la Benemérita informó del óbito a la autoridad judicial. Los investigadores se entrevistaron con los responsables de la fábrica, a fin de conocer el estado de las instalaciones y reconstruir los hechos, y tomaron declaración a los trabajadores que socorrieron en un primer instante a Joaquín. La empresa funeraria, casi tres horas después de la caída, se hizo cargo de los restos mortales del operario y el centro de emergencias del 112 solicitó a Protección Civil que un psicólogo estuviera presente en el momento que se comunicaba la noticia fatal a la familia. Según los primeros datos, Joaquín se encontraba en el techo de la fábrica porque estaba reparando la línea eléctrica de los filtros. La plancha de hierro parece ser que estaba muy deteriorada, sobre todo en ese tramo, y cuando el obrero pasó por encima se vino abajo.