Salvamento Marítimo coordinó durante 2002 un total de 362 emergencias, que han afectado a 787 personas entre rescatados e involucrados. La mayor parte de las actuaciones han correspondido a los meses de verano (89 en agosto y 67 en julio frente a 8 en enero). Según indicó a Ultima Horael jefe de Salvamento Marítimo en Palma, Félix Chicón, la mayoría de embarcaciones afectadas han correspondido a la náutica de recreo, con 263 casos (156 nacionales y 107 extranjeras).
El resto han aglutinado 10 mercantes (uno nacional y nueve extranjeros) y once pesqueros (uno extranjero y diez nacionales). La mayor parte de accidentes se han debido a varadas (40 en total); trece, a vías de agua; once, a incendios y nueve, a hundimientos. Los fallos mecánicos han sumado 123 intervenciones y los objetos peligrosos a la deriva, 36. Por su parte las asistencias a bañistas y windsurfistas han totalizado 17 y las falsas alarmas, 45. Por lo que concierne a la tipología de las asistencias, se han contabilizado 20 evacuaciones médicas, 19 heridos, un desaparecido y siete fallecidos, la mayoría en la zona costera, no relacionada con buques ni tripulantes.
En las operaciones coordinadas por Salvamento Marítimo han intervenido 853 medios junto a cuatro embarcaciones rápidas con base en Puerto Portals, Alcúdia, Eivissa y Maó junto a un remolcador de altura desde Palma. Además, en las operaciones han intervenido otras instituciones y organismos como la Armada, Servicio de Búsqueda y Rescate Aéreo del Ejercito del Aire, Guardia Civil, Cruz Roja, Autoritat Portuària y Protección Civil, entre otros.
Segun Chicón, «uno de los motivos más frecuentes de la varada involuntaria (que han totalizado el mayor número de actuaciones durante este ejercicio), se produce como consecuencia de que la embarcación esté fondeada en alguna cala o playa y que haya garreado, o sea que el ancla haya dejado de sujetar a la embarcación al fondo, por lo que ésta queda prácticamente a la deriva, siendo empujada por el viento o la corriente hacia la costa.» Por todo ello se recomienda conocer el lugar elegido para el fondeo, mediante la información en la carta náutica y en función de la dirección del viento.