La Guardia Civil del cuartel del Pont d'Inca y la Policía Local de Marratxí han abierto una investigación para aclarar los destrozos ocasionados en la noche del día 26 en un total de doce coches que se encontraban estacionados en la urbanización de es Figueral. Los hechos ocurrieron entre la noche y la madrugada del jueves al viernes, cuando al parecer un grupo de vándalos se dedicó a destrozar las lunas de los turismos estacionados en las calles Conde de Tendilla y Conde de Villardompardo.
Hasta primera hora de la mañana los actos vandálicos no fueron descubiertos y fue precisamente el dueño de uno de esos vehículos, que madrugó para ir a trabajar, quién comprobó que casi todos los coches aparcados en esas dos calles presentaban el mismo aspecto que el suyo, es decir, los cristales resquebrajados. El conductor se puso en contacto con la Policía Local de Marratxí y mientras los agentes se desplazaban hasta esa urbanización recibieron otras llamadas de afectados, que habían salido a la calle y se habían llevado la desagradable sorpresa.
Cuando los policías municipales comprobaron la veracidad de las llamadas procedieron a localizar a los propietarios afectados que todavía no conocían lo ocurrido y luego contactaron con la Guardia Civil para que efectuara el correspondiente atestado. Los agentes beneméritos inspeccionaron los automóviles -de diferentes marcas y modelos- y constataron un dato llamativo: en ninguno de ellos habían sustraído efectos o documentación del interior.
Ese detalle evidencia, para los investigadores, que el objetivo de los vándalos era cometer una 'gamberrada' y que ni siquiera pensaron en el robo como móvil de los doce destrozos. Los funcionarios buscaron huellas en la carrocería y cristales y llegaron a la conclusión -de momento provisionalde que tomaron parte en el ataque más de un individuo. Los investigadores no descartan que los agresores se encontraran bajo los efectos del alcohol tras una noche de 'marcha'.