La Audiencia de Palma ha condenado a un coleccionista de arte, con domicilio en Madrid, que intentó entrar en Mallorca con cuatro colmillos de elefante. El comerciante, Nicanor V.H., fue declarado culpable de un delito de contrabando. El juez le impuso una pena de ocho meses de prisión, además de una multa de 3.606 euros. Asimismo, le obligaba a indemnizar al Estado con 3150 euros, más las costas del proceso. La sentencia del juzgado de lo Penal, ratificada ahora por la Audiencia, ordenaba el decomiso de los colmillos y los adjudicaba al Estado.
La sentencia explica que este comerciante fue interceptado en el aeropuerto en el mes de octubre del año 1999 con cuatro colmillos de elefante. Las piezas, cuya entrada en España no declaró, iban montadas sobre una pieza de madera, sobre la que se encolan los colmillos que sirven para encajarlos en las peanas y después se sujetan con tornillos. El valor total de las piezas, según valoró el perito, era de casi tres millones de pesetas.
El comerciante dijo que él sólo se dedicaba a la venta de muebles antiguos, pero que estos cuatro colmillos los trasladó a Palma para exhibirlos en una feria de anticuarios. Sin embargo, no enseñó ninguna prueba sobre esta feria. Aún así, los jueces creen que es obvio que por el hecho de tenerlos en su poder mostraba una vocación comercial sobre estas piezas. La sentencia señala que estos colmillos fueron adquiridos en China y en Bangkok.