EFE-TURÍN
El hombre de 40 años que el martes mató a su ex mujer y a otras
seis personas en Chieri, cerca de Turín, antes de suicidarse,
planificó la masacre de forma despiadada, hasta el punto de
escribir con anterioridad todos los detalles en un macabro diario
titulado «Apuntes para la fiesta». En menos de cinco minutos y
armado con diversas pistolas y una ametralladora, Mauro Antonello
acabó con la vida de su ex esposa, Clara Bergamin, de sus cuñados
Sergio y Margarita, de su suegra, Teresa, de dos vecinos y de una
empleada del taller familiar.
Según informó ayer la Policía, el homicida dejó escrito hasta el orden en el que perpetraría los asesinatos, que llevó a cabo después de espiar los movimientos de sus víctimas durante cinco días, oculto en una autocaravana aparcada en las inmediaciones. La psiquiatría criminal se encuentra ahora con un caso de venganza por parte de un marido despechado, que no aceptaba la separación y que fue capaz de escribir con todo lujo de detalles el guión de su último acto de locura. De este rapto de odio dejó voluntariamente fuera a su hija de 7 años -que vivía con la madre y que era uno de los motivos de litigio-, ya que esperó a que tomara el autobús escolar antes de desencadenar el mortal tiroteo.
En un vídeo que grabó para la posteridad, Antonello le dedica las únicas palabras armoniosas y de cariño que la Policía ha podido encontrar entre las innumerables cartas y notas que había escrito en días y meses precedentes. Junto a los planes que preparó para sus víctimas, el diario del asesino múltiple de Chieri recoge anotaciones sobre la necesidad de cumplir con su objetivo con la máxima frialdad. «Tengo que estar muy tranquilo (...) me debo levantar a las 5 y acordarme de tomar las pastillas sedantes», son algunas de las frases que se reproducen en el diario referidas por los investigadores.