Cuando está a punto de cumplirse un mes desde que fue hallado el cadáver de Stefanie Rüggeberg en una finca de Llucmajor, la Policía Judicial de la Guardia Civil sigue sin descanso investigando el caso y buscando a los supuestos implicados en su muerte. Hasta la fecha dos amigas de Stefie que al parecer estuvieron con ella en Mallorca antes del 31 de julio, día en que desapareció, han prestado declaración ante la policía alemana.
Las investigaciones se llevan a cabo en estrecha colaboración con la Interpol y aunque no avanzan al ritmo deseado por la Benemérita, debido sobre todo a trámites burocráticos, sí que han permitido a los agentes tener una idea más o menos concreta de cómo pudieron ser las últimas horas de Stefie, tras acudir a una fiesta. En este sentido, una prioridad de los investigadores fue determinar cuántas personas podían haber estado con ella ese día y proceder a su localización.
Sin embargo, se trata en su mayoría de jóvenes alemanes y alguno holandés que regresaron a su país tras pasar un período de vacaciones en Mallorca, lo que también ha ralentizado las indagaciones. La adolescente alemana fue encontrada sin vida y en estado de descomposición en la finca de Son Verí Dalt, en Llucmajor, dentro de unos matorrales y en posición semi fetal. Esa circunstacia y otras, como por ejemplo el hecho de que fuera hallada en ropa interior y calzoncillos, evidencia que la muerte no le aconteció de forma natural, aunque la autopsia no ha podido determinar cómo falleció.