Una mujer de nacionalidad ecuatoriana que las pasadas Navidades denunció a dos compatriotas por un intento de violación, se retractó ayer ante el tribunal y dijo que no recordaba nada de lo ocurrido. Sin embargo, el día de los hechos la mujer se arrojó por la ventana de un tercer piso en la calle Isidoro Antillón, y fue encontrada desnuda de cintura para abajo y con una profunda herida en la mano.
Los dos acusados, que son hermanos, explicaron que el día 26 conocieron a la mujer en un bar. Bebieron varias copas y al final acompañaron a la denunciante a su casa. Explicaron que siguieron conversando con ella en el salón, pero la mujer se encontró mal y se fue a la habitación. Allí empezó a gritar y ellos entraron en la habitación para intentar calmarla. Niegan que la intentaran violar ni que la hirieran con un cuchillo en la mano. A pesar de ello, la Fiscalía pide una condena de catorce años de prisión. Ambos están encarcelados.
La mujer reconoció ayer que aquella noche había bebido y no recordaba nada de lo ocurrido. Negó que hubiera recibidos amenazas para modificar su declaración y señaló que no tenía nada contra los dos acusados. Sin embargo, no explicó los motivos por los que se arrojó por la ventana y apareció desnuda.