El fiscal no acusará de un delito de prostitución de menores a dos de las cinco personas detenidas por el Cuerpo Nacional de Policía en relación al caso del local de masajes «Tango», ubicado en el Coll d'en Rabassa, según confirmó ayer su abogado defensor, Ricard Mezquida. El letrado explicó que ni Juan P.J., el dueño del local, ni Natalija B., su mujer, sabían que una de las chicas que trabajaban en el club era menor de edad, ya que cuando la conocieron les entregó un documento de nacionalidad rumano en el que no se especificaba este dato.
Mezquida también se mostró muy sorprendido por la versión policial de los hechos, ya que recordó que si la policía había intervenido en el local «Tango» fue porque su cliente, Juan P., llamó por teléfono para denunciar las irregularidades que había detectado. En palabras del abogado defensor, ha quedado muy claro que el matrimonio detenido no forzaba a las chicas a prostituirse: «Aquello es un local de masajes y si luego el cliente quiere hacer algo más es cosa suya. Juan y su esposa no cometieron ningún delito y por eso el fiscal ha decidido no acusarles.