Interpol está colaborando con la Policía Judicial de la Guardia Civil para aclarar la identidad de la joven que apareció muerta en una finca de s'Arenal de Llucmajor y que presentaba signos de haber sido asesinada. Además de las pruebas de ADN realizadas de momento sólo a la familia de Stefanie Rüggeberg, la adolescente alemana que desapareció el 31 de julio, los médicos forenses están llevando a cabo una técnica de regeneración dactilar cuyos resultados se cotejarán con las fichas de datos, y que podrían arrojar resultados positivos.
La ficha dental de la fallecida también está siendo analizada, al igual que las fracturas antiguas que pudiera presentar el cuerpo y que en un momento dado podrían relacionarse con un período de convalencia u hospitalización de la víctima. La principal hipótesis de los investigadores era, hasta conocerse el lunes el resultado de la autopsia, que el cuerpo sin vida podía corresponder al de la menor alemana desaparecida en s'Arenal. Ahora, sin descartar ninguna hipótesis, el abanico de posibilidades se ha ampliado y también se está rastreando, por ejemplo, el caso de una joven desaparecida en Muro o el de una prostituta alemana de la que no se tienen noticias.
Sobre la imposibilidad forense de confirmar si la joven fue asesinada, las fuentes consultadas indicaron que parece evidente que así fue, sobre todo por la posición en la que fue encontraba dentro de unos matorrales y el hecho de que estuviera en ropa interior y calcetines, aunque matizaron que ahora la prioridad es identificar los restos: «Cuando sepamos con certeza de quién se trata el siguiente paso será entrevistarse con las personas de su entorno e ir estrechando el círculo de sospechosos; si no tenemos un nombre, las diligencias se ralentizan mucho».