Durante toda la mañana de ayer los médicos forenses Julio López Bermejo y Antonio Siquier realizaron la autopsia del cadáver momificado que fue descubierto el pasado viernes en la finca de Son Verí de Dalt, en s'Arenal de Llucmajor. Los agentes de la Guardia Civil, encabezados por el capitán Bartolomé del Amor, estuvieron presentes mientras los forenses realizaban los pruebas médicas correspondientes sobre el cadáver. Los investigadores tenían mucho interés en confirmar si la persona hallada muerta podría tratarse de una menor alemana de 15 años de edad, llamada Stefanie Rüggeberg, que desapareció de su domicilio a finales del mes de julio.
Sin embargo, la autopsia no desveló esta incógnita, si no más bien todo lo contrario, parece ser que la muerta no es esta menor. No se trata de una confirmación científica, si no más bien de una hipótesis basada en la experiencia de los dos médicos forenses que estudiaron el cadáver, ya que ambos coinciden en que la persona hallada lleva muerta más de tres meses, por lo que descartaría que se tratara de Stefanie. El hecho de que el cadáver apareciera con unos calcetines de invierno hace que las dudas de los médicos forenses tengan más peso.
Sobre el cadáver descubierto los médicos confirmaron que se trata de una persona joven, con altura aproximada de 1.60. Sin embargo, tal como apareció es casi imposible científicamente conocer en estos momentos cuál fue la causa de la muerte, e incluso no se puede confirmar que se trate de un asesinato. El cadáver no presentaba ninguna lesión traumática, ni ningún indicio que hubiera recibido alguna puñalada. El periodo de putrefacción del cadáver ha eliminado cualquier lesión que la mujer hubiera podido tener en la piel, como sería el caso de que hubiera sido estrangulada o asfixiada.
Los forenses tampoco pueden saber si la víctima fue violada o mantuvo una relación sexual consentida con alguna persona antes de morir. Por tanto, en estos momentos el único indicio cierto de que puede tratarse de un asesinato es el lugar donde fue localizado el cadáver y la posición del cuerpo, que estaba decúbito lateral derecho, con las extremidades flexionadas.